Los mejores consejos de viaje para tu próxima aventura en bicicleta.

Montar en bicicleta no solo es una forma de viajar sostenible y con bajas emisiones de carbono, sino también una de las maneras más enriquecedoras de explorar un lugar nuevo o vivir una aventura inolvidable. ¿Qué mejor manera de conectar con un paisaje o una ciudad que recorrerlos a tu propio ritmo?

Solo en Europa, las posibilidades son infinitas: pedalea hacia pueblos italianos llenos de encanto y buena comida, recorre en bici los viñedos bañados por el sol en la campiña francesa o desafíate con emocionantes ascensos en las montañas de Austria. Sea cual sea tu estilo, si este verano te inspira el icónico Tour de France, deja que nuestros consejos ciclistas te ayuden a sacar el máximo provecho de cualquier aventura sobre dos ruedas.

Antes de partir

Planifica tu aventura épica

No hay una única forma de hacer un viaje en bicicleta. El ciclismo es un deporte tan versátil que ofrece aventuras para todo tipo de viajeros y deportistas: puedes adaptarlo totalmente a tus preferencias, y existen rutas increíbles (largas, cortas, empinadas o planas) por todo el mundo.

El circuito de Applecross, en las Highlands de Escocia, ofrece vistas impresionantes, y el puerto de montaña Bealach na Bà —uno de los ascensos en carretera más exigentes del Reino Unido— cuenta con curvas cerradas que ascienden más de 600 metros de altitud.

Si buscas una ruta circular, dedica cuatro días a recorrer en bicicleta la isla de Mallorca (las vistas costeras pueden distraerte de las subidas), o alquila una bici gravel para salir de la carretera y enfrentarte a algunos de los exigentes senderos de los Dolomitas italianos. Las ciudades también pueden ser excelentes destinos para ciclistas: Ámsterdam, Copenhague, París y Berlín cuentan con una infraestructura ciclista excepcional que te permitirá explorar con comodidad.

Inspírate en el Tour de France

Muchos aficionados al ciclismo marcan en su calendario la emblemática carrera del Tour de France, que tradicionalmente finaliza en París. Ya sea que vivas la experiencia en persona o la sigas a distancia, podrás apreciar la tenacidad y la resistencia de los mejores ciclistas del mundo compitiendo entre sí. Las etapas del recorrido atraviesan pueblos pintorescos y paisajes espectaculares, una excelente fuente de inspiración para tus propias (y quizás más relajadas) aventuras en bici.

Aprende frases clave

Conocer un poco del idioma local facilita mucho la logística del viaje y te ayuda a conectar mejor con las personas que encuentres en el camino. Repasa algunas frases útiles específicas para ciclistas antes de partir: cómo pedir indicaciones, preguntar la distancia a tu destino, si en un restaurante o tienda hay un lugar para dejar la bicicleta, o si el próximo tramo del recorrido es muy duro (aunque pensándolo bien, tal vez sea mejor no preguntar eso a tus compañeros de ruta).

Prepara tu cuerpo

Conviene fortalecer tu cuerpo antes del viaje para poder disfrutar realmente de la experiencia. Antes de una salida importante, trabaja tus piernas con sentadillas y zancadas, y mejora tu resistencia con algo de ejercicio cardiovascular regular. Empieza a sumar kilómetros y establece una rutina de entrenamiento que te prepare para la verdadera aventura cuando llegues. Un viaje internacional no es el mejor momento para probar por primera vez los pedales automáticos, así que, si piensas usarlos, asegúrate de practicar en casa hasta que te sientas cómodo al enganchar y desenganchar los pies.

Repasa las normas de circulación

Si vas a pasar bastante tiempo pedaleando por carretera, infórmate todo lo que puedas sobre las leyes de tráfico del país que vas a visitar, ya que también se aplican a los ciclistas. En Alemania, por ejemplo, la prioridad en los cruces la tiene quien se aproxima por la derecha. Conocer las normas de seguridad vial te ayudará a protegerte a ti mismo y a los demás, así que vale la pena dedicar un tiempo a informarse antes de viajar.

Cómo llegar

Volar con una bicicleta

Viajar en avión con tu bicicleta puede ser más sencillo de lo que parece. Debes reservarla con antelación, normalmente dentro de la categoría de “equipo deportivo”, y no puedes simplemente llevarla rodando hasta el mostrador de equipaje del aeropuerto. Tendrás que embalarla en una bolsa o caja especial, y probablemente desmontarla (quitar los pedales y la rueda delantera, girar el manillar 90 grados y bajar el sillín) para que tenga un tamaño adecuado para pasar por los escáneres.

También se recomienda desinflar parcialmente las ruedas para evitar daños durante el trayecto, así que no olvides llevar una bomba de aire contigo.

Viajar en tren con una bicicleta

Combinar viajes en tren y autobús puede ser una forma fácil (y con baja huella de carbono) de recorrer un país o una región entera. En gran parte de Europa, muchos vagones de tren cuentan con espacios específicos para transportar bicicletas.

Eso sí, no des por hecho que tu ruta lo permite. Al reservar el billete, verifica si necesitas pagar un suplemento o reservar un espacio gratuito para la bici. En el andén, las puertas más cercanas al área de almacenamiento suelen estar marcadas con un símbolo de bicicleta. Esto facilita subir y bajar del tren —nadie quiere que atravieses los vagones con la bici a cuestas.

¿Y si llegas cubierto de barro? Asegúrate de limpiarte tú y tu bicicleta antes de subir.

Durante el recorrido

La seguridad es lo primero

Ya sea que lleves tu propio casco o alquiles uno con tu bicicleta de alquiler, asegúrate de revisar bien tu equipo de seguridad más importante. El casco debe estar en perfecto estado, sin grietas ni daños visibles en la carcasa exterior o en el acolchado interior, y debe ajustarse correctamente a tu cabeza. También es recomendable comprobar la fecha de fabricación, ya que los cascos deben reemplazarse cada tres a cinco años, incluso si aparentan estar en buen estado.

Ve preparado

Los imprevistos ocurren, así que es mejor estar listo para cualquier bache —literal o figurado— en el camino. Lleva dos pequeños botiquines: uno para ti (con tiritas, toallitas con alcohol y crema antiséptica), y otro para la bicicleta (parches para neumáticos, una llave multiusos y una bomba de aire). No olvides empacar snacks y protector solar, presta atención a las señales del camino, mantente en rutas señalizadas y ahorra batería del móvil en caso de emergencia, aunque cueste resistirse a sacar fotos.

Hidrátate, hidrátate, hidrátate

Cualquier deportista profesional te dirá que, tanto si pasas el día en un sendero tranquilo como si participas en el Tour de France, mantenerte hidratado y reponer electrolitos es fundamental. Presta especial atención si estás en un destino más caluroso de lo habitual, o si vas a recorrer distancias largas o rutas más exigentes. Lleva una botella de agua que puedas alcanzar fácilmente mientras pedaleas, rellénala siempre que puedas y lleva contigo geles de electrolitos o pastillas efervescentes para un aporte extra.

Vive el momento

¡No olvides parar y disfrutar del paisaje! Un viaje en bicicleta está lleno de oportunidades para experimentar de verdad un país y su cultura. Claro que perseguir un récord personal tiene su encanto, pero las aventuras más tranquilas también pueden ser muy enriquecedoras. Elige trayectos que te inspiren más allá del destino final, sigue tu curiosidad por una nueva ciudad sobre dos ruedas, detente en restaurantes cuyo aroma sea irresistible y comparte historias con las personas que encuentres en el camino. Volverás con recuerdos inolvidables (y probablemente con piernas más fuertes también).

Con estos consejos, ya estás listo para lanzarte a la carretera (¡o a los senderos!) en tu próxima aventura ciclista.

EF es el socio oficial de aprendizaje de idiomas del Tour de France y del Tour de France Femmes avec Zwift.